Me voy.Abandono el techo acogedor
de estas cuatro paredes
empapeladas de hastío.
Me voy.
Mi hatillo está repleto
de bellos y entrañables recuerdos
que no sucedieron ningún día.
Y al mirar atrás
observo el amanecer chirriante y descomunal
del viejo mundo que se revuelca en su miseria.
Me voy sólo con lo puesto,
vestido con los harapos de un santón
que atravesé con mi cuchillo.
Me voy hacia un nuevo horizonte
con el único rumbo
de no volver jamás
donde yo quisiera estar.
Me voy,
sigo a la sombra dantesca que llevo delante
que me convence a seguirla bien lejos.
Me voy,
arrastrado por las olas de la altamar
naufragando en mis sueños
conmigo pero sin ti.
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