jueves, 7 de agosto de 2008

la noche calurosa


Me gustaría respirar todos tus sueños
y hacerlos míos esta noche calurosa.

Pero tú,
tan ausente como un beso tuyo,
sigues callada y distante,
y por eso se nubla de desasosiego
esta noche mía desvelada.

Porque, ¿sabes?,
no me gusta esta vida que estoy viviendo,
no quiero seguir redactando
con letra limpia y clara
sobre el papel pautado y con pequeñas cuadrículas,
en el que escribo y anticipo mi destino.

Quiero cambiar el discurrir de esta vida mía.
Y es que busco encontrar nuevas causas,
nuevos retos, distintos horizontes,
porque no sé, porque no he aprendido
a luchar contra la nada.

Quiero llenar de aire renovado mis pulmones,
necesito crear nuevas formas,
deseo inventar distintas sombras
y proferir inauditos ecos
para que vivan y prosperen en mi caverna oscura.

Pero tú,
tan presente, y tan distante también
como un beso tuyo,
apartas mis sueños de los tuyos
y haces que grite con fuerza mi desgana,
en un alarido ahogado que se extiende por toda la ciudad.

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