viernes, 5 de octubre de 2007

el reencuentro






Hoy te he visto
después de tanto tiempo.
Sé cual es tu nombre y adonde vivías,
y aún podría describir con detalle como eres por dentro,
aunque sólo por una noche pude atrapar el brillo de tu piel desnuda.

Hoy nos hemos encontrado por casualidad,
y estoy seguro de que también has recordado
mi cuerpo despojado de atuendos,
aunque sólo una noche pudieron hablarse nuestros silencios.

Sólo fue una noche que hicimos casi eterna
hasta que las luces del alba, tenuemente,
nos iban descubriendo poco a poco.
Y te sonrojaste de la misma manera que lo has hecho hoy.